Amuleto ¿yo?. Extra: Capítulo 23.1

 Dulce con sabor amargo.

Nani me mando a buscar a Jacinto para preguntarle algo y al estar en el patío escucho una vocecilla muy conocida, para mí, seguida del ruido de una motocicleta alejarse.

Al abrir la puerta lo regaño sin siquiera confirmar si está solo.

— ¿Por qué tardas tanto en entrar? —en cuanto miro a mi querido Mini me quedo helado al ver que no está solo.

Allí abrazándolo esta él. Desde hace unos cinco meses no veo a Jordán y si por mí fuera preferiría no verlo de nuevo. Soy consciente de que eso es imposible, por la cercanía de nuestras familias pero desearía por lo menos no verlo en mucho tiempo.

Miro a mis tíos detrás de Jordán y Mini. Saludo a todos, incluso a él, y los invito a pasar; con toda la fuerza que pude reunir evite mirar a Jordán.

Llegue hace una hora y solo había tomado un baño, traía ropa ligera pues no pensaba salir. Gracias a mini que me dio su celular, cartera y chamarra pude irme de la casa sin tener que entrar y verlo de nuevo.

Camino por la calle y después de pasar dos cuadras encuentro un pequeño café, es mi primera vez aquí. Entro y una linda mesera de cabello largo negro me mira y se apresura a darme la carta, la miro y elijo un café capuccino natural y un cup cake de chocolate, tras tomar mi orden la chica se retira.

Hay música de fondo, creo que es jazz, noto que hay algunas mesas ocupadas por personas solas que leen o escriben en su laptop, también hay algunas parejas y un grupito de cuatro chicas que están conversando y que sin ningún reparo no paran de verme y de soltar pequeñas risitas tontas, yo solo las miro serio, si me río con alguna seguro que vendrá y no tengo ganas de conversar.

Mi café llega acompañado de mi cup cake, agradezco y bebo un poco, tras probarlo noto el sabor amargo, sin pensarlo abro una bolsita de azúcar y cuando estoy a punto de vaciarla en mi café…

— ¿Qué estoy haciendo? —dejo la bolsita aún con su contenido en mi platito y me río de mi mismo —a mi no me gusta el café dulce.

¿Por qué lo iba a endulzar?

La pregunta está en mi cerebro y no necesito pensar mucho en la respuesta.

—Jordán —es a él quién le gustaba el café dulce y es él quien siempre robaba mi café, bajo la excusa de que solo deseaba una probadita, aunque siempre terminaba bebiendo la mitad.

—Odio tener que recordarlo

¿Por qué tenía que verlo?

Tania me ayudado a ir superando lo ocurrido con Jordán, ella sabe lo que hubo entre nosotros y sabe porque terminó todo.

¿Por qué termino nuestra relación?

¿Por mi orgullo?

¿Por falta de amor de alguno de los dos?

¿Por envidia de los demás?

Termino simplemente porque nunca debió de haber comenzado, esa relación no debió de haber existido y me arrepiento de no haber sido más firme en mi decisión.

Como mi cup cake y bebo mi café mientras dejo que mi cabeza vague hasta aquella época de efímera felicidad.

—Sam vendrás al Halloween de Carlos ¿verdad? —Jordán estaba acostado, boca abajo, a mi lado cubierto solo con una sábana blanca.

Yo veía el pequeño cuarto del motel en el que nos habíamos metido.

—No Jordán, te lo explique en la mañana, mi madre se puso como loca cuando me encontró el examen que reprobé y me dijo que si repruebo una materia me va a mandar a cursos de regularización todas las vacaciones, además de quitarme el auto y la tarjeta, suspender mis salidas y mis deportes. Ni a ti ni a mí nos conviene que este castigado. Tengo examen de Teoría de la arquitectura y es donde voy peor, así que me pondré a estudiar.

—Pero Sam, dijiste que iríamos —Jordán hace un puchero y odio que intente manipularme así.

—Jordán no voy a ir, si tú quieres ir, por mí no hay problema —me pongo de pie y me empiezo vestir.

Escucho que Jordán se queja pero lo ignoro.

—Entonces ¿de que sirve que tenga un novio, si no me va acompañar a las fiestas y voy a terminar yendo solo?

—Yo pensé que un novio es alguien que está a tu lado porque le agradas como persona y obvio te ama, y no un chofer que te lleva a todos lados —al contestarle escucho una risita atrás de mí.

—Si eso también es ser un novio —. Volteo a verlo y él se pone de pie y corre al baño para tomar una ducha rápida.

Mientras se baña mi celular suena y es mi madre que quiere que pase por Jaden a la escuela pues Jacinto ha ido con ella y no hay quien vaya por él.

Al salir Jordán, le explico que tenemos que irnos rápido para pasar por mi hermano y este asiente, aunque sigue de mal humor lo puedo notar.

—Está bien Jordán tu ganas. Iré contigo a la fiesta. Adelántate y yo llego más tarde, con suerte y si me apuro, alcanzo a terminar el temario, ayer avance y no debe de faltarme mucho —Veo por el espejo su enorme sonrisa de satisfacción.

—Ese es mi chico —me dice y se acerca a mí, aprovechando que acabo de estacionarme para esperar por mini.

Su boca busca la mía y dejo que ése encuentro se dé, su beso es cálido y dulce, su sabor me engolosina, con solo juntarnos puedo sentir como mi boca se impregna de su sabor, su dulzura me invade hasta el punto de empalagarme, pero ni así podría dejar de besarlo.

—Si te mandan a final yo estudiare contigo día y noche para que pases el examen —me dice al separarse de mí.

—Gracias por los ánimos —le contesto nada contento con la sugerencia y aun saboreando aquel dulce beso.  

—Debo cambiarme de ropa, recuerda que es de disfraces —me dice y hago una mueca.

—Ni lo pienses, no me voy a disfrazar ya hago mucho acompañándote.

—Ok. Ve como quieras pero yo si me tengo que disfrazar.

Fue todo lo que dijo antes de que mini subiera al auto. Después de eso lo fuimos a dejar a su casa y nosotros regresamos a la nuestra.

Toda la tarde y parte de la noche la pase estudiando. Ya eran como las 12:00 a.m. cuando recordé que tenía que ir por Jordán, así que salí corriendo, por suerte mis padres salieron a una cena de negocios y aun no regresan. Solo le aviso a Nani que saldré y que llegare en la madrugada.

Al llegar a la casa de la fiesta veo que aún hay muchos chicos, y eso que es jueves, bebiendo y bailando en la sala y en todos los lugares posibles, esta casa del terror está abarrotada. Todos vienen disfrazados, creo que seré el negrito en el arroz.    

—Samuel pensé que ya no vendrías —Carlos me saluda y su aliento alcohólico me dice que lleva más de una cerveza. Él esta vestido como un pirata, con todo y su loro en el hombro.

—Estuve un poco ocupado pero pude escaparme un rato. No me perdería una fiesta tuya —el río con ganas al escucharme.

—Bien dicho amigo. Ven pásate —, va empujando personas para que pasemos y me lleva hasta el comedor donde solo quedan algunas cervezas llenas —pero si acabo de traer más —se queja y me da una para que bebe.

—Gracias hermano. Creo que tus reservas no duraran mucho —le sonrió antes de beber.

—No me subestimes Samuel — Sonríe maliciosamente y me dice que lo siga.

Bajamos al sótano y me enseña varias cajas de cerveza, aún llenas.

— Ayúdame a llevar otra más —yo asiento y bebo más de mi cerveza, él se acaba la suya y la deja en algún rincón.

Nos acercamos a las cajas, él toma una y yo otra y cuando estamos a punto de subir, un gemido se escucha desde un rincón oscuro de la habitación.

Carlos lo escucha y chasquea molesto.

— ¡Les dije que no quería mi casa convertida en motel de paso, si quieren coger vayan a su puta casa! —Carlos enciende el otro foco, que ilumina el resto del sótano.

En cuanto lo veo siento que la caja que sostengo esta por deslizarse de mis manos.

Jordán está acostado en el piso, con su falda levantada, al parecer su disfraz de bruja es bastante cómodo, su miembro está erecto y es inevitable darse cuenta de ello, aún cuando lo cubre. El otro chico que viste de vampiro esta con los pantalones abajo y con su miembro preparado para actuar y claro sus dedos que súbitamente son sacados del cuerpo de Jordán lo hacen gemir.

—Amigo no me puedes detener así —El chico le dice a Carlos que está muy molesto frente a ellos.

—Carlos déjalo terminar —hablo serio y conteniéndome para no acercarme a golpearlo, pero no al chico sino la estúpida bruja debajo de él —no todos los días tienes la oportunidad de encontrarte con una puta bruja que esté tan caliente como para hacerlo en un pinche sótano—le digo y salgo con la caja de aún en brazos y la cual sostengo con fuerza solo para no regresarme a sacar todo mi coraje.

Alcanzo a escuchar un grito de la única persona a la cual no deseo escuchar: ¡Samuel espera, déjame…!

No sé que les dice Carlos y no quiero saberlo.

Dejo la caja de cervezas sobre el comedor y trato de salir corriendo de allí.

— ¡Samuel! ¿Acabas de llegar? —Tania me abraza y me ofrece una cerveza.

—Sí. Y ya me voy —le contesto sin tomar la cerveza.

— ¿En serio? 

—Sí. No tengo nada que hacer aquí. Lo divertido ya pasó y no creo que haya nada que me ponga de buen humor —le contesto mientras voy saliendo.

—Justo es lo que pienso, el idiota con el que venía se largo con una momia —se abraza de mi brazo y mantiene mi paso —y es literal la chica venía disfrazada de momia… muy muerta muy muerta pero bien que se reanimo al ver a mi acompañante quien al ver que no cedía aprovecho a la muerta. Supongo que un zombie no es muy atractivo —al decirlo no puedo evitar echar un ojo a su disfraz, para ser un muerto viviente se ve bastante sexi con su playera rasgada dejando ver sitios estratégicos de su busto y de su cintura, además de sus piernas.

Salimos del lugar caminando juntos, se termina su cerveza y abre la otra.

    — ¿Me llevarías a mi casa? —Tania me lo pide antes de seguir bebiendo.

—Claro —le contesto y caminamos hacia mi auto.

—Gracias, eres como un ángel caído del cielo, por un momento pensé que tendría que suplicarle a alguien que me llevara y bueno no todos son tan amables como tú, no dudo que alguno quiera que le pague el favor de alguna manera.

Al pensar en lo que me dice la imagen de Jordán en el sótano viene a mi mente.

Abro la puerta para que Tania suba y al dar la vuelta Jordán llega corriendo.

— ¡Samuel espera! —me dice y me toma del brazo para detenerme.

— ¿Tan rápido terminaron? —le pregunto con ironía —o fue ¿por qué los interrumpimos?

—Samuel no es lo que piensas —noto que su voz tiembla y que esta rojo de la cara, obviamente estuvo bebiendo —lo que paso…

—Claro lo que vi, no eras tú cogiendo con un imbécil en el puto sótano de mi amigo, fue todo una ilusión. Debí haber soñado, o es efecto del trago, que acaba de tomar, de cerveza —. Estaba encabronado y me tratara de idiota me molestaba más.

—Samuel… yo… tú no llegabas y entonces…

—Y entonces decidiste matar el tiempo cogiendo con un tipo. Al fin que tu estúpido novio no ha llegado —le dije empezando a subir el tono de mi voz.

—No eso no es cierto… yo…

—Te lo advertí Jordán, cuando te declaraste y antes de que aceptará te lo dije: No voy aceptar ninguna de tus pendejadas, si vas a estar conmigo va a ser solo conmigo. Yo no comparto mis cosas y mucho menos a mi pareja. Y tú aceptaste mi condición.

Jale mi brazo y me aleje de él, subí al auto y arranque sin preocuparme por aquella bruja que me miraba, con el maquillaje corrido y la peluca descompuesta, con lagrimas escurriendo de sus ojos rojos.

— ¿Está todo bien?

Tania me miraba preocupada por todo lo acontecido, era obvio que nos había escuchado. Avanzo sin contestar y hasta encontrar un lugar donde estacionarme.

— ¡Todo está perfecto! —Grité enojado —. Acabo de encontrar a mi novio cogiendo con otro tipo, y él, en lugar de disculparse trata de envolverme con algún cuento…

No puedo continuar porque mis ojos pican y al darme cuenta mis lágrimas ya corren por mis mejillas. Tania me abraza y deja que yo siga llorando sin importarle que moje su blusa o que su maquillaje se arruine. Lloro como cuando era un niño, no me puedo detener simplemente sigo llorando y la suave mano de esa chica pasa por mi espalda una y otra vez hasta que por fin me detengo.

Tomo un pañuelo de la caja que tengo en mi auto y se lo paso a ella y después tomo uno para mí.

—Perdóname por esto — le digo y ella aún con su cara preocupada niega.

—No tengo nada que disculparte —me contesta —me has hecho sentir bien, por lo menos ahora me doy cuenta de que mi noche no fue tan mala —me contesta y sonríe esperando que yo lo haga también.

—Supongo que tienes razón, mi bruja cogiendo con un vampiro le gana a una momia…

—Era un diablo —me dice para que pueda continuar.

—Mi bruja cogiendo con un vampiro le gana a amigovio diablo se va con una momia —y ella ríe.

—Definitivamente me ganas.

—Te llevaré a tu casa —le digo y arranco el auto.

— ¿Realmente lo amabas verdad? Nunca había visto a un hombre llorar así por alguien —me dice.

— ¿Podemos ir por una copa? —le pregunto y ella asiente.

—Gracias.

Los dos vamos a un bar que conozco y en el cual después de pedirnos nuestras credenciales para demostrar la mayoría de edad, nos dejan pasar.

En cuanto entro pido un whisky y ella pide un vodka con jugo arándanos.

  —Lo ame desde que estábamos en la secundaria —contesto lo que me había preguntado y ella solo escucha mientras bebe de su vaso.

»Él salía con uno y con otro sin tomarme en cuenta, sin embargo siempre regresaba a mí llorando porque ellos no resultaban ser lo que él esperaba.  Me conformaba estando cerca de él y consolándolo. Hasta que un día, en la preparatoria fui yo quien empezó a salir con alguien. Un compañero de mi club se me había declarado y acepte salir con él con la esperanza de olvidar a Jordán —Tania se sorprendió cuando dije el nombre —. Si la puta bruja era Jordán.

—No lo puedo creer, bueno me di cuenta de que era un hombre pero no reconocí a Jordán —me dijo sorprendida.

—Su disfraz es muy bueno, si se lo dices seguro que se mocionara mucho.

—Perdón por la interrupción, continúa por favor.

—Salí con ese chico por un mes antes de que Jordán se diera cuenta, pues por ese entonces el salía con otro chico, Sin embargo cuando rompieron y quiso que lo consolara yo no estaba libre para hacerlo. Fue cuando se dio cuenta de mi relación. Solo dejo pasar un mes más cuando me pidió salir con él. Dijo que se había dado cuenta de que él único que amaba y era a mí. No quise caer en su juego y lo ignore sin embargo en un par de meses más, rompí con el chico que salía, él me dijo que yo no estaba interesado en mantener la relación, y tenía razón.

»Jordán fue quien me consoló y quien volvió a declararse. Acepte salir con él, con la condición de que no me engañara pues es algo que no aceptaría. No después de esperar tanto tiempo para hacerlo mío, yo no compartiría con nadie su amor. Desde el principio estuve consciente de que era promiscuo pero pensé que mi amor sería suficiente para mantenerlo fiel a mí… ya veo que me equivoque.

Al terminar de hablar bebí de un solo trago toda mi bebida y ella solo paso su mano por mi espalda.

—Creo que no fue tu culpa, Samuel tú hiciste lo correcto. Diste lo mejor de ti y él no supo apreciarlo. Tal vez al final su amor no era suficientemente fuerte —Tania lo había dicho nuestro amor no fue suficiente para satisfacerlo.

Bebimos hasta que empecé a ver doble, ella también estaba bastante ebria cuando salimos. Un mesero que me conoce me impide subir a mi auto.

—No joven está usted muy ebrio, le pediré un taxi, deje aquí su auto, le aseguro que no le pasará nada —con las pocas neuronas activas que me quedan pienso que no puedo arriesgar la vida de Tania.

—Gracias —le contesto.

Él nos pide un taxi y cuando pienso en darle la dirección de Tania ella me mira y dice que no.

—Mi pades… me ma… tan si… ven a… shí —me dice con la voz entrecortada.

— ¿Entonces? —Le pregunto y ella solo levanta los hombros.

Termino dándole una dirección de un motel y terminamos pasando la noche allí.

Far away

This ship has taken me far away

Far away from the memories

Of the people who care if live or die

Starlight

I will be chasing a starlight

Until the end of my life

I don’t know if it’s worth it anymore.

Hold you in my arms

I just wanted to hold

You in my arms.

  El repentino timbre me saca de mi trance. Al ver el nombre que aparece en la pantalla: “Patrick” decido no contestar. No conozco a ese tipo y supongo que no desea hablar conmigo sino con mini. Así que lo ignoro.

Al ver mi taza de café ya se ha terminado y aún no me ha llamado mini, así que pido un café más y ahora lo acompaño de una rebana de pastel de fresa que según la mesera esta buenísimo.

Por más que trataba de ignorar el teléfono, éste seguía sonando y empezaba a odiar Starlight por su culpa así que conteste.

—Hola princesa ya estoy en casa, como cumplí mi parte ahora quiero mi recompensa y ¿por qué tardaste tanto en contestar? 

—Creo que no habrá recompensa —quien carajos se cree que es para llamar a mi pequeño y lindo mini “princesa.”

— ¿Quién diablos eres cabrón? ¿Por qué tienes el celular de mi Jaden? Hijo de tu puta madre, si le hiciste algo te voy a partir la cara. ¿Dónde está Jaden? ¿Qué le hiciste imbécil? — ¿Quién es este tipo? Y ¿Por qué mini lo conoce?

Sin pensarlo más cuelgo y espero que deje de llamar, sin embargo es insistente y llama una y otra vez, después de eso empiezan a llegar mensajes de texto.

¿Qué clase de acosador es este hombre?

Como mi pastel un tanto divertido por la llamada que conteste. Pongo el celular en vibrador y después sobre unas servilletas para acallar el ruido que hace.

Al beber mi café su sabor amargo me recuerda ese último día.

Al despertar, y vernos acostados en la misma cama, en el motel, Tania se preocupo, pero se calmo al ver que tanto ella como yo estábamos vestidos.

—No paso nada —le dije para calmarla —te aseguro que no te hice nada.

Le dije y aunque estaba muy borracho y mis recuerdos son algo vagos, estoy seguro de que no le hice nada.

—Te creo —me contesta y va al baño, después de unos minutos sale bañada y lista para irnos.

—Deja me baño rápido.

Después los dos salimos del motel.

La llevo a su casa y me pide que la espere.

Al salir sube al auto y me acompaña a mi casa por mis cosas para la escuela.

— ¿Y tu padres no te dijeron nada?

—No. Les había dicho que si no llegaba era porque me había quedado a dormir con mi prima, ella es más grande que yo y me sirve de tapadera en algunas ocasiones, ayer mientras bebíamos le mande un mensaje avisándole por si le llamaban mis padres —sonrió triunfante por su gran idea — ¿Y los tuyos?

—Ahhhh —dejo escapar un suspiro —al parecer ellos llegaron tarde de alguna cena de negocios y ahorita que pase estaban aún dormidos, ni siquiera se dieron cuenta de mi ausencia —ella me ve y no sabe que decir.

Así que nos quedamos en silencio, hasta que pone la radio.

Antes de entrar a la universidad vamos por unos cafés, para bajarnos la borrachera. Mi café amargo me despierta por completo y a la vez me recuerda la ausencia de él.

Entramos a nuestra segunda clase juntos, a la primera ya no alcanzamos a llegar. Jordán nos ve llegar y me mira de inmediato puedo sentir su mirada pero la ignoro.

Al terminar la clase, tomo de la mano a Tania y salimos del salón para cambiarnos. Escucho los apresurados pasos de Jordán tras nosotros pero en cuanto entramos a la aula Tania se sienta a mi lado evitando que Jordán se acerque.

El examen empieza puntual y me apuro a contestar, se supone que estudie aunque con todo lo ocurrido no sé si mis respuestas fueron las correctas. Al terminar salgo del salón y me alejo pero los pasos de alguien me alcanzan.

—No puedes evitarme por siempre —Jordán me dice y me toma del brazo. Me jala por el pasillo hasta llevarme atrás del edificio, donde no hay nadie.

—Quieres ver que si puedo —le digo y me suelto de su mano.

—Samuel tenemos que hablar —me lo dice conteniendo su voz.

—Está bien hablemos pero que quede claro que es la última vez que lo hacemos —le contesto y lo miro directo a los ojos.

—Lo de ayer fue… me equivoque, lo siento. Estaba borracho y tú no llegabas, él se me acerco y empezó a coquetear, solo estaba jugando. Te aseguro que no lo planee. Él no significa nada para mí, Samuel, es a ti a quién amo. Perdóname por favor te juro que no volverá a pasar.

El rostro de Jordán estaba rojo y sus mejillas mojadas por las lágrimas que corrían. Verlo así me rompía el corazón siempre odie que los demás lo hicieran llorar.

—Cuando empecé andar contigo me prometí que no te haría llorar y mírate al parecer no cumplí mi promesa —sin querer lo abrazo y lo acurruco en mi pecho, escucho sus sollozos —tampoco pude hacer que te enamoraras de mí, soy fatal como novio —le digo y siento que se aleja de mi lado.

—No Samuel todo fue mi culpa, tú no hiciste nada mal.

—Todo estuvo mal o de lo contario no habrías sentido la necesidad de estar con otro.

   Su mirada tiene tanto dolor y sin pensarlo más lo beso, su lengua reconoce la mía y sin más se une al juego. Su sabor sigue siendo dulce y embriagador pero ahora el sabor va cambiando mientras estamos unidos, repentinamente mi paladar descubre cierta amargura impropia de él, tal vez sea mía. Mi mente sé llena de imágenes de aquel tipo, él también probo esa boca, el también saboreo su lengua y degusto su sabor. Sin darme cuenta lágrimas se me escapan mojándonos a ambos.

—No puedo Jordán. Solo quería una cosa, cuando iniciamos, deseaba con tanto fervor que solo tuvieras ojos para mí, que ambicioso fui —lo alejo —. No puedo y no quiero perdonarte. Así que por favor no te me vuelvas a acercar, no me hables porque ya no te voy a contestar, no me busques más. Ya no puedo ser ni tú amante, ni tú amigo, ni tú primo, ni nada de ti. Por favor solo aléjate de mí.

Veo la cara de Jordán desesperada y llorando más intensamente. Me separo de él mientras intenta acercarse a mí. Al final corro y me voy directo a mi auto. Subo y arranco. Las cosas frente a mi son borrosas, mis ojos están nublados. Sin saber cómo, llego a casa.

Nani está sola y se sorprende al verme, no necesita preguntarme nada pues yo ya le estoy contando todo y ella solo me abraza y me deja llorar.

—Pobre de mi niño —me dice mientras me acaricia la cabeza —Es la primera vez que te rompen el corazón y duele mucho ¿verdad?, pero aunque no lo creas el tiempo lo sana todo, cariño, incluso las heridas del corazón.

—Nani, lo amo —le digo y ella me regala una mirada tierna.

—Eso cariño es algo de lo que te debes enorgullecer, tú lo amaste e hiciste todo lo que estaba en tus manos por demostrárselo. Sin embargo él no supo apreciar tus sentimientos, así que no puedes hacer nada al respecto. Guarda el bello recuerdo de los días de felicidad que pasaron juntos.

—Nani —lloro mientras la escucho.

—Disculpe joven pero su celular esta vibrando —la mesara me lo dice.

—Ah, gracias —le contesto avergonzado por mi descuido.

Veo la pantalla y la palabra “casa” parpadea en ella.

—Bueno

—Listo puedes regresar —escucho la voz de mini.

—Gracias, ya comenzaba a aburrirme —le digo y agradezco la llamada pues ya estoy harto de estar recordando el Halloween del año pasado, gracias a eso, una fecha que me agradaba mucho ahora está llena de malos recuerdos. Me quiero ir a casa y dormir mucho.

Al colgar llamo a la mesera para pagar mi cuenta y salgo del lugar. Aún con los pensamientos revueltos y con la triste melancolía que estos me han dejado.

Desde aquel día Jordán ha querido hablar conmigo de nuevo, no entiendo para que si todo está claro, ya no hay nada que decir. Él podrá pedir perdón las veces que quiera, no voy a cambiar de opinión. Soy obstinado además de rencoroso. Ahora me resulta menos doloroso recordar y hablar de todo lo ocurrido pero eso no quita el malestar que me genera verlo.

Mi querido mini se entero de todo ese mismo día pues estaba en tan mal estado que no podría ocultárselo y gracias a él y a Nani pude evitar verlo. Además poco después el se fue a estudiar al extranjero, se suponía que iríamos juntos pero cancele de última hora mi lugar y gracias a que reprobé matemáticas los profesores prefirieron no enviarme. 

Tuve que pasar todas las vacaciones estudiando como idiota pero me sirvió para no pensar en él.

Al llegar a casa entro y doy un vistazo rápido a la calle antes de cerrar.

—No quiero más dulces que me dejen un sabor amargo.

Cierro la puerta con fuerza para evitar que alguien más intente meterse.

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Les gusto?

Ustedes que opinan debe Sami perdonar a Jordán o no? 

Comenten please y espero pronto sacar capítlo nuevo de la historia principal.

Los quiero see you :)